No me hagáis
esta ensalada en invierno por favor. La base de la misma es tomate y queremos
tomates que sepan y huelan a tomate… siendo esto solo posible en los meses de
verano.
Se
trata de añadir a una ensalada de tomate unas buenas aceitunas arbequinas,
aunque también queda fenomenal la aceituna negra de Aragón (la “arrugaita”).
Una cebolleta tierna escaldada. Me explico, una vez cortada en juliana la
sumergiremos en agua hirviendo, contaremos hasta 10 y la escurriremos sumergiéndola
a continuación en agua helada, de esta manera la cebolleta se suaviza
notablemente despareciendo el picor.
Añadiremos
además un poco de pimiento verde en finas rueditas y un poco de guindilla
fresca a rodajitas.
El “toque”
lo damos incorporando los ingredientes típicamente mexicanos, es decir los aguacates y unos snacks de maíz que le dan un contraste de sabor
espectacular y añaden textura crujiente a la ensalada. Ya puestos el cocinero puede tomarse un tequilita al terminar la preparación para lograr ese punto 100% mexicano.
Buen provecho!
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