viernes, 14 de diciembre de 2012

Callos, morros y patita... gelatina pura.





El preparado inicial

Es importante que las piezas que empleemos, en este caso callos de ternera, morro de ternera, y pata de ternera, sean lo más frescas posibles. Los callos y morros que pueden adquirirse hoy en día suelen estar ya bastante limpios.
Si el producto es muy fresco no deberíamos tener mucha tarea de limpieza. Por el contrario si carecen de esa frescura o se ven feotes es recomendable poner los callos y los morros en agua con vinagre y darles unos meneos como estuviéramos lavando ropa.
En todo caso siempre lo que haremos es darles un primer hervor 5 minutos aproximadamente y tiraremos el agua resultante poniendo agua nueva en la perola.

La cocción en perolón

En la perola colocaremos un chorizo fresco, los callos de ternera cortados a cuadraditos, los morros de ternera también cortado a dados, y un par de patas de ternera. La pata de ternera es fundamental ya que nos darán a la cazuela un aporte extra de gelatina y al comer nuestros callos notaremos como se nos quedan pegados los labios, uno con otro.
A la olla añadiremos una zanahoria, un puerro y una cebolleta. Cerraremos la olla exprés y coceremos 60 minutos.
Retiraremos del fuego y esperaremos a que el conjunto enfríe.

El sofrito

Haremos en tartera a parte un sofrito con pimiento verde, puerro y cebolleta muy, muy, muy, picados. Añadiremos unos tacos de jamón ibérico, el chorizo que metimos en la cazuela cortado ya a rueditas. Cuando las verduras hayan tomado color agregaremos un vasito de vino tinto y una par de cucharadas de postre de carne de pimiento choricero, ya hemos comentado que la venden en tarros de conserva en casi cualquier supermercado y la verdad que es muy cómodo de usar. Y por ultimo solo queda añadir un par de cucharadas de pimentón, una picante y otra dulce, así como tres cucharadas de tomate frito.

La fusión

Tomaremos nuestra tartera como base para la fusión. Añadiremos los callos, morros y las patitas que habremos deshuesado previamente y picado muy finamente. Daremos vueltas con nuestro sofrito y dejaremos que se integren a fuego muy suave. Debido a la gran cantidad de gelatina presente este es un plato que tiende a “agarrarse” así que ojo con la intensidad del fuego. El sofrito ira espesándose por la evaporación de líquidos y nosotros iremos añadiendo el agua de la cocción de los callos que aportara la gelatina esencial para que este plato quede en su justo punto. Haremos hasta tres reducciones con posterior adición de liquido de cocción.
Como veis en la foto la preparación debe quedar con una salsita muy reducida y espesa.

Buen provecho!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario